HOMEOPATIA

En 1790 el médico alemán Samuel Hahnemann comenzó a desarrollar la homeopatía como método de curación. En esa época Hahnemann era un respetado estudioso de la ciencia médica tradicional.

Por razones éticas decidió retirarse de la profesión médica alópata. Acerca de esta decisión, dijo:
"Renuncio a la práctica médica para no correr el riesgo de hacerle daño a nadie".
Pese a ello siguió con sus investigaciones de textos médicos. Mientras traducía un texto médico se encontró con una explicación errónea de por qué la quinina curaba la malaria.


Hahnemann decidió experimentar con chinchona (quinina) y descubrió que este compuesto causaba síntomas parecidos a la malaria. Este fue el primer avance importante desde Hipócrates en el descubrimiento de la ley que dice que "lo que produce los síntomas también los cura" (simillia similibus curentur).

De esta forma nació lo que el propio Hahnemann definió como "homeopatía": el tratamiento de las enfermedades mediante el principio de los símiles. La medicina tradicional, en cambio, se clasifica como "alopática", ya que lucha contra la enfermedad, en la mayor parte de los casos, mediante operaciones que se oponen a los síntomas.

En su obra más importante, el Organom, Hahnemann dice que "cualquier trastorno que afecta a los seres vivos puede ser combatido y vencido por un trastorno más fuerte que, sin ser idéntico al que se desea combatir, sea sin embargo semejante en sus manifestaciones". Tal afirmación es el principio teórico fundamental de la homeopatía.

Los homeópatas reconocen que no todos los trastornos pueden resolverse con sus métodos. Las
lesiones anatómicas y muchos tipos de tumores se escapan a su control. Pese a ello, otras dolencias, como las cefaleas, los trastornos digestivos, las enfermedades infecciosas o las funcionales de origen nervioso, pueden superarse a través del tratamiento homeopático.

Hahnemann observó que las enfermedades no se desarrollan igual en todos los pacientes, sino que adoptan un matiz particular en función de las características de las personas. Un buen médico homeópata no cura la enfermedad sino que sana a cada enfermo en particular, tratando de enmarcar los trastornos en la historia clínica completa del paciente y en sus tendencias orgánicas originales.

en 15:32  

0 comentarios:

Publicar un comentario